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El cerebro, desarrollo y funcionamiento.



El cerebro humano, es el órgano principal del sistema nervioso central y tiene la misma

estructura que el de otros mamíferos. Su componente más importante es la corteza

cerebral, se trata de una capa de tejido neuronal plegado que cubre la superficie de los

2 hemisferios cerebrales.

El cerebro se encarga de la regulación y el mantenimiento de las operaciones vitales del

cuerpo y de las funciones superiores del individuo, como son la conciencia y el

razonamiento.


El cerebro ha evolucionado a lo largo de 100 millones de años. Su desarrollo inicia

desde sus partes primitivas hasta llegar a sus estructuras más elevadas.

Va creciendo de abajo hacia arriba. El área más elemental de este órgano es el tronco

cerebral el cual, se encarga de la gestión de funciones básicas como la respiración,

asegurando de esta forma, la supervivencia del ser humano.

El sistema límbico es el que envuelve al tronco cerebral y regula las emociones.

Siguiendo con la evolución del cerebro, millones de años tuvieron que pasar para que

se desarrollara el neocórtex o cerebro pensante en las capas superiores, gracias a la

influencia social y cultural.


El cerebro es un órgano adaptativo, tiene mucha “plasticidad” creando conexiones o

sinapsis nuevas con las neuronas, formando billones de uniones y redes neuronales,

generando actividad química y eléctrica en el cuerpo. De esta manera tan especial, se

pueden transformar las experiencias vividas desde el exterior hacia el interior de la

persona.


El sistema nervioso está formado por el sistema nervioso central (SNC) y el sistema

nervioso periférico. Dentro del SNC encontramos el encéfalo, que a su vez está

compuesto por el bulbo raquídeo, el tronco cerebral, el cerebelo, el cerebro (hemisferio

izquierdo y hemisferio derecho) y la médula espinal.


El sistema nervioso periférico está formado por 12 pares de nervios craneales y 31

pares de nervios raquídeos.


Una de las principales funciones del cerebro es ayudar al cuerpo a su propia

supervivencia, manteniéndolo adaptado a su entorno. A partir de los órganos de los

sentidos y la percepción, se capta la información, el cerebro registra los estímulos y

genera una respuesta. Durante este proceso va creando experiencias subjetivas.


El cerebro es un receptor de información en forma de impulsos eléctricos que son

percibidos por las neuronas de los órganos de los sentidos. Primero valora si los

mensajes recibidos merecen atención. Si los considera relevantes, amplifica las señales

y como resultado, se obtiene una experiencia consciente.

Después de generar los pensamientos, puede ordenarle al cuerpo que actúe, enviando

los datos necesarios a los músculos. En cambio, si la información recibida es poco

importante, esta se va perdiendo.


Joan Zorrilla Román



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